Si hacemos un ejercicio
de visión hacia el pasado y miramos al Japón del período medieval, lo que
captará nuestra atención al momento serán ver a los famosos samurai,
valerosos guerreros al mando de un daimio (aristócrata) que luchaban ferozmente por
conseguir honor y gloria, y que de ser arrebatados ellos mismos se quitarían la
vida en un suicidio ritual (seppuku).
Pero ¿Qué hay de las mujeres? ¿Había mujeres samurai? Claro que había, eran conocidas como Onna-Bugueisha, valientes mujeres decididas a matar si su
honor les era arrebatado y cuya historia fue desprestigiada por los
occidentales durante la restauración Meiji (1866 - 1870), haciendo que su
historia cayera en el olvido.
Onna - Bugueisha armada con katana y tanto. Recuperada de: https://www.pinterest.es/pin/100768110390688586/ |
¿Quiénes eran las Onna - Bugueisha?
Las
Onna - Bugueisha eran mujeres e hijas de una familia de samuráis
(conocidos como bushi). Estas guerreras adquirieron fama en la época dorada de los
samuráis durante el periodo Kamakura (ss. XII – XIV) y continuaron hasta
la desaparición de la clase samurai en el siglo XIX, donde estas guerreras
tomarían parte en algunas batallas. Sin embargo, es importante señalar que no se
trataba de mujeres libres, eran mujeres de clase guerrera y estaban entrenadas para el
combate pero no eran mujeres libres; no debemos olvidar que la sociedad del
Japón medieval, al igual que la sociedad china o europea de aquel tiempo, era
una sociedad profundamente machista, donde la mujer estaba relegada a un segundo plano, cuidando la casa y atendiendo las necesidades del marido y los hijos (llegaban
a aprender a escribir poemas o tocar instrumentos musicales con la finalidad de
entretenerlos). Podríamos decir que, literalmente, las desactivaban como
personas una vez contraían matrimonio.
La diferencia entre estas mujeres y el resto, se encuentra en que las Onna
- busha se entrenaban desde niñas para poder servir como última línea de
defensa en caso de ataque cuando sus maridos no estaban en casa. Estas mujeres
eran verdaderas maestras de las artes marciales y especialistas en el manejo de
numerosas armas como el arco japonés, la naginata, el wakizashi,
la katana, el tanto o el kaiken.
En
cuanto a esta última arma, era tradición entre las madres y esposas de samuráis
que se las regalaran a sus hijas, ya que estas mujeres, al igual que los
hombres, estaban entrenadas de tal manera que se suicidarían con dichas dagas
en el caso de que su honor fuera mancillado:
''Cuando las jóvenes llegaban a la pubertad, se las dotaba de puñales kaiken (puñales de bolsillo), con los cuales podían amenazar el pecho de sus asaltantes, o si se presentaba el caso, volverlo contra su propio seno. (…) Cuando una virginia japonesa veía su castidad en peligro, no recurría al puñal paterno, sino a la propia arma, siempre reposada sobre su seno'' (Calvo García, 2016, 45).
El
equipamiento para el combate.
La
armadura:
En
lo que se refiere a la armadura utilizada por estas guerreras debemos señalar
que fue evolucionando paulatinamente con el paso del tiempo. En un principio,
las guerreras vestían con un yoroi (armadura) al igual que los hombres, con la
diferencia que en la parte inferior se dejaba ver el hakama (pantalón de pliegues) para
reforzar la idea que ese guerrero era una mujer. Algunas de estas armaduras también podían
dejar un brazo sin protección para tener más facilidad de movimiento en el
momento de usar el arco.
Representación de la armadura de una Onna - Bugueisha. Recuperado de: https://www.pinterest.at/pin/259379259767710227/ |
Posteriormente entre los siglos XIV y XVII la
forma en la que se desarrollaban las batallas era completamente distinta, ya no
solo se trataba de arcos y flechas, también se añadían las armas de fuego a las
batallas, lo que hizo que las armaduras sufrieran transformaciones para así ofrecer
mayor protección. Es de esta manera que el yoroi fue mejorado con
paneles más fuertes, cascos que se adaptaban mejor a la cabeza de las guerreras
y máscaras. Así mismo el pelo lo solían recoger con una cinta blanca para
evitar que les limitara la visión durante la batalla.
La
naginata
La naginata fue un arma que, junto con el arco, fue la más utilizada por estas guerreras. Esta arma, que podríamos describir como una mezcla entre una lanza y un sable japonés, posee una hoja ligeramente curvada (similar a las alabradas chinas, pero más estilizadas) y muy afilada, que permitía la realización de cortes limpios cuando era utilizada en batalla. La naginata utilizada por las Onna - bugueisha poseía una hoja ligeramente más corta, era más ligera y estaba perfectamente equilibrada en comparación con las utilizadas por los samurai a caballo, quienes usaban un modelo más pesado, llamado shobuzukuri naginata.
El uso de la naginata en batalla les daba a estas guerreras una notable ventaja contra adversarios masculinos, permitiendo, al mismo tiempo, guardar una mayor distancia de seguridad.
Exhibición combate con naginata. Recuperado de: https://www.pinterest.es/pin/458804280789246722/ |
El arco
El
arco japones (Yumi) dista de otros arcos usados por otras civilizaciones
en pequeños detalles que hacen de este un arma muy característica. Lo primero
que llama la atención es su tamaño, es un arco que fácilmente llega a los
dos metros de alto, lo que lo dotaba de una potencia increíble. Los materiales con
los que se solían construir eran madera o bambú y para la cuerda se usaba
cáñamo.
Esta
arma era tan popular entre los guerreros samurai como podía ser la katana
o la naginata en el caso de las guerreras samurai, incluso era más
utilizado sobre todo por la caballería, aunque también podía ser utilizado por
guerreros a pie.
Arco japonés (Yumi). Recuperado de: https://www.pinterest.es/pantalones12/soulfire-images/ |
Onna
- Bugueisha legendarias
Tomoe
Gozen
Representación de Tomoe Gozen a caballo. Recuperado de: https://cienporcienhistoria.wordpress.com/2015/02/20/tomoe-gozen-la-mujer-guerrera/ |
Se
cree que Tomoe nació en una familia de samuráis en torno al año 1157, y
como otras guerreras fue formándose en el manejo de diversas armas como la katana
o el tanto. Posteriormente se cree que se casó con un samurai
llamado Minamoto Yoshinaka y combatió a su lado en las guerras Gempei,
ocurridas entre los años 1180 y 1185 que enfrento a los clanes Taira y
Minamoto, donde este perdió la vida. Sobre su fallecimiento no se sabe nada con
seguridad, se cree que murió en combate junto con su marido, aunque en el Heike
Monogatari (el cantar de Heike) se dice que fue una de las superviviente.
La
historia de Tomoe Gozen se mueve un poco entre lo legendario y lo histórico, ya
que la vida de esta samurai está repleta de numerosas versiones y la
descripción de Tomoe la conocemos solamente por medio de un documento
histórico, el Heike Monogatari, donde se
describe a Tomoe de la siguiente manera:
“Tomoe tenía el pelo largo y negro y una
tez clara, y su rostro era encantador; además era una jinete intrépida, a quien
ni el caballo más feroz ni el terreno más áspero podía consternar, y tan hábil
en el manejó la espada que ella era un rival para mil guerreros, y estaba en
condiciones de encontrarse con cualquier dios o demonio. Muchas veces ella
había salido al campo, y ganó un renombre incomparable en encuentros con los
capitanes más valientes.” (Turnbull, 2010, 34).
Si por algo podemos destacar a esta
guerrera es por no cumplir con los cánones de la mujer japonesa que debe
obedecer a su marido. Según cuenta el Heike Monogatari, esta
fue a la batalla persiguiendo a Minamoto, y como se puede ver en la
descripción anterior era también una mujer que gozaba de cierto poder y
prestigio. Esa contradicción a la obediencia la vemos en otro pasaje del Heike
Monogatari:
“…Pero ahora ellos fueron reducidos a solo 5
sobrevivientes, y dentro de ellos Tomoe aún mantenía su lugar. Llamándola Kiso
dijo “como eres una mujer, sería mejor que ahora escaparas. Estoy resuelto a
morir, o por la mano de mi enemigo o por la mía, ¿Yoshinaka estaría muy
avergonzado de que en su última pelea muriera junto a una mujer?”. Incluso
frente a estas fuertes palabras Tomoe sin embargo se decidió a no abandonarlo,
y aun sintiéndose lista para el combate le responde, “ah buscare un valiente
guerrero para retar, así Kiso podrá ver cuán buena muerte puedo lograr” se
movió a un lado con su caballo y espero. De inmediato Onda no Hachiro Moroshige
de Musashi, un fuerte y valiente samurái, vino cabalgando con 30 seguidores, y
Tomoe, inmediatamente cargando contra ellos, se lanzó contra Onda y agarrándose
de él, lo saco de su caballo, lo presiono calmamente contra el pomo de su
montura y lo decapito. Luego se quitó la armadura y huyo a las provincias del
Este” (Castillo Morales, 2017, 32)
Nanako Takeko.
Nanako Takeko armada con una katana. Recuperado de: https://losojosdehipatia.com.es/cultura/historia/nakano-takeko-la-ultima-guerrera-de-japon/ |
Nanako Takeko
está considerada como la ultima guerrera samurai de Japón, y su historia es
bastante reciente, pues solo debemos remontarnos dos siglos atrás y situarnos
en la segunda mitad del siglo XIX.
Nanako nació
en el año 1847 en la ciudad de Edo (actual Tokio), y como muchas mujeres que pertenecían a la
clase samurai, ella también fue instruida en artes marciales desde niña, volviéndose
una verdadera maestra en el manejo de la naginata, conocimientos que
también traspasó a otras mujeres de la zona. Al morir su padre, Nanako
sería adoptada por su sensei (maestro), con el cual viviría hasta el fin de sus días.
Sobre Nanako debemos
señalar, al igual que Tomoe, a la que admiraba profundamente desde niña.
Era una samurai que también se desligaba por completo de los cánones de la sumisión
femenina ante una figura masculina. Esto se observa en las numerosas batallas
de las que formó parte, donde ella misma comandaba un ejercito independiente de
mujeres durante las Guerras Boshin (conflicto bélico ocurrido entre 1868
y 1869 que enfrentó al clan Tokugawa contra los Meiji) donde murió en combate
en la batalla de Aizu a causa de una herida de bala en el pecho. Fue
enterrada en el templo de Hokaiji, donde cada año se le rinde culto.
Monumento a Nanako Takeko en el templo Hokaiji. Recuperado de: http://www.la-pierre-et-le-sabre-iaido18.fr/samourai.html |
Calvo García, Patricia. Cultura y feminidad en Japón. Una perpectiva de género a través de las obras de Yasunari Kawabata. Castellón de la Plana: Universitat Jaume I, 2016.
Turnbull, Stephen. Samurai Women 1184 - 1877. Great Britain: Osprey Publishing, 2010.
Recursos Web:
Interesante artículo.
ResponderEliminarMe gustó. Sigue así.
Saludos.